¿Qué diferencia hay entre una cuenta corriente y una cuenta ahorro?

En ocasiones estos productos financieros pueden parecernos iguales, pero no lo son.
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¿A menudo te haces preguntas de este tipo? En el blog de Orange Bank nos hemos propuesto ofrecer una visión mucho más cercana de algunos temas financieros, para ayudarte a avanzar en tu educación financiera.  

¡Será como volver a clase! La idea es empezar por los conceptos más básicos, para que poco a poco te familiarices con aquellos temas financieros más complejos. 

Aquí va el primer tema:

Por qué una cuenta corriente no es lo mismo que una cuenta ahorro

Hay muchos tipos de cuentas, pero las más comunes son: 

Aunque ambas son cuentas a la vista y garantizan la disponibilidad de nuestro dinero, no son idénticas. La diferencia entre cuenta corriente y cuenta de ahorro, entre otras, suele ser la rentabilidad. La cuenta de ahorro generalmente, genera intereses de manera periódica, algo que no es muy habitual en las cuentas corrientes. 

Cuenta corriente. Definición:

Una cuenta corriente es un depósito bancario, por el cual puedes ingresar tu dinero en una cuenta, y disponer de él en todo momento, pero además puedes realizar transacciones como: 

  • Ingresar o emitir cheques  
  • Recibir transferencias   
  • Asociar tarjetas de crédito y débito

Y ojo, porque en ocasiones en una cuenta corriente pueden cobrarte comisiones e intereses por algunos movimientos. Por ejemplo: 

  • Mantenimiento de la cuenta
  • Comisiones por utilizar un cajero diferente al cajero habitual del banco
  • Comisiones por transferencias
  • Intereses por descubiertos en una cuenta.    
     

Cuenta ahorro. Definición:

Aunque, como hemos visto, la diferencia entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro es mínima, la cuenta de ahorro se utiliza, como su propio nombre indica, para ahorrar. Ya ves que no tiene mucho misterio. 

Se trata de una cuenta para asegurarte cierta estabilidad financiera. Para adquirir el hábito del ahorro. Porque ahorrar te permitirá contar con fondos suficientes para enfrentar situaciones futuras como comprar una casa o un coche sin necesidad de financiación. O quién sabe si para encarar eventualidades desafortunadas como un paro laboral. Las ventajas de ahorrar son muchas. 

Al igual que una cuenta corriente, una cuenta de ahorro es un depósito que suele ofrecer cierta rentabilidad al usuario. El cliente realiza un depósito, es decir, ingresa un dinero que será remunerado con intereses durante el tiempo que permanezca en esa cuenta de ahorro.
Características: 

  • Liquidez: Dispones del dinero en cualquier momento, al igual que en una cuenta corriente. 
  • Bajo riesgo: Las entidades financieras están obligadas a informar a sus clientes sobre el nivel de riesgo de algunos productos financieros. Las cuentas corrientes y las cuentas de ahorro, tiene un indicativo de riesgo 1/6, lo que significa que son de los productos financieros con menor riesgo.
  • También podrás tener asociada una tarjeta de crédito o débito.   
  • En ocasiones, puede que se apliquen comisiones de mantenimiento.
  • Rentabilidad:Una de las principales características de la cuenta ahorro es la remuneración por depositar tus ahorros. 

También están siendo habituales las cuentas corrientes unidas a una cuenta de ahorro, de tal manera que se pueden transferir los fondos de una a otra de forma más rápida.

Consejos sobre cómo utilizar ambas cuentas

Aunque creas que tener varias cuentas no es necesario, utilizar estos dos tipos puede ayudarte a gestionar mejor tus ingresos y ahorros.  

¿Por qué? Piensa en tu día a día. Por un lado, gracias a tu nómina o actividades económicas, recibes ingresos todos los meses. Por otro, generas gastos como el alquiler o la hipoteca, la luz, el gas, etc. El uso de tu tarjeta de crédito a veces puede llegar a ocasionar un descubierto en cuenta, a todo el mundo le ha pasado alguna vez. Por eso es preferible organizarse y mantener los ahorros aparte. Será más fácil si utilizas una cuenta de ahorro independiente de tu cuenta corriente. 

Además, si todos los meses separas un porcentaje, pongamos por ejemplo, el 10% de tus ingresos, y lo depositas en una cuenta de ahorro, verás como poco a poco te conviertes en un ahorrador. 

En definitiva, no solo ganarás intereses, también en seguridad y tranquilidad para afrontar gastos o situaciones difíciles en el futuro. Para eso está tu cuenta de ahorro.