Podemos definir gastos hormiga, como aquellos que disminuyen nuestra capacidad de ahorro. Estos pueden ser, desde un desayuno, hasta una suscripción a la que no damos mucho uso. En este post vamos a incluir algunos consejos para mejorar el ahorro y tener una mejor gestión de las finanzas con pequeños cambios en nuestra rutina.
El primer paso para comenzar a ahorrar es tener un buen conocimiento sobre cuáles son los gastos hormiga que están suponiendo un gasto mensual recurrente, para ver qué es lo que podemos corregir y cómo.
Cuando ya hemos detectado nuestros gastos, debemos hacer un análisis para ver cuál de ellos tienen una mayor importancia y con cuanta frecuencia se están realizando.
Una vez hecho el análisis, nos daremos cuenta de que habrá gastos que quizás no son hormiga y no podremos prescindir de ellos y otros que realmente sí que podremos evitar.
Algunos ejemplos típicos pueden ser:
- Desayunar en la cafetería todas las mañanas.
- Tener muchas suscripciones mensuales (vídeo, música, lectura).
- Realizar pequeñas compras online mensualmente.
- Usar transporte privado en vez de transporte público.
Aparentemente estos gastos pueden parecer poco elevados, pero cuando los sumamos todos y hacemos recuento del ahorro a final de mes, la alegría está garantizada.